El running y el trail running son dos modalidades de ejercicio que comparten la misma pasión por correr, pero difieren en muchos aspectos. Desde el terreno hasta el equipamiento y la técnica, cada disciplina tiene sus propias características distintivas. En este reportaje, exploraremos siete diferencias clave entre correr en asfalto y correr en senderos para ayudarte a decidir cuál se ajusta mejor a tus preferencias y objetivos deportivos.
1. Terreno y superficie: la diferencia más obvia entre el running y el trail running es el terreno en el que se practican. Mientras que el running se realiza principalmente en superficies pavimentadas, como carreteras y aceras, el trail running implica correr en senderos naturales, a menudo con terrenos irregulares y accidentados como en montañas
2. Constancia en el ritmo: en el running, el terreno suele ser uniforme y predecible, lo que facilita el mantenimiento de un ritmo constante. En contraste, el trail running presenta una variedad de desafíos, como raíces, rocas, barro y pendientes pronunciadas, que requieren habilidades de navegación y adaptabilidad, lo que supone que no exista un ritmo constante.
3. Impacto en el cuerpo: debido a las diferencias en el terreno, el impacto en el cuerpo también varía entre el running y el trail running. El running en asfalto tiende a ser más repetitivo y puede causar una mayor tensión en las articulaciones, mientras que el trail running ofrece una superficie más suave y diversa, lo que reduce el riesgo de lesiones por sobreuso.
4. Equipamiento necesario: el equipamiento requerido para el running y el trail running también es diferente. Para el running en asfalto, necesitas unas zapatillas adecuadas y ropa cómoda. En cambio, el trail running requiere zapatillas con mejor tracción y soporte para terrenos irregulares.
5. Orientación y navegación: mientras que en el running es difícil perderse debido a la naturaleza lineal de las rutas urbanas, el trail running implica la necesidad de orientación y navegación, especialmente en senderos menos marcados o en áreas remotas. Los corredores de trail running deben estar preparados para leer mapas y seguir señales de senderos.
6. Experiencia: el running en asfalto suele ofrecer una experiencia más urbana y predecible, mientras que el trail running permite una mayor conexión con la naturaleza.
7. Desafíos mentales: además de los desafíos físicos, el trail running también presenta desafíos mentales únicos, como la necesidad de tomar decisiones rápidas en terrenos cambiantes y la gestión del miedo en situaciones de peligro. La capacidad de adaptarse y mantener la calma frente a la adversidad es fundamental en el trail running.
Tanto el running como el trail running ofrecen beneficios para la salud y el bienestar, pero se diferencian en términos de terreno, equipamiento, experiencia sensorial y desafíos mentales. Al comprender estas diferencias, los corredores pueden elegir la modalidad que mejor se adapte a sus preferencias y objetivos deportivos.