miércoles, septiembre 24, 2025

El running y su impacto ambiental: cómo reducir nuestra huella ecológica al correr

A medida que el running crece como actividad global, su impacto ambiental también aumenta, pero hay iniciativas para hacerlo más sostenible

Correr, más allá de ser una actividad física, representa una conexión directa con el entorno. Para muchos, es una forma de escapar de la rutina, disfrutar de la naturaleza y mejorar la salud física y mental. Sin embargo, el running, como cualquier otra actividad humana, tiene implicaciones medioambientales que a menudo pasan desapercibidas. Desde las zapatillas que utilizamos hasta los eventos en los que participamos, cada paso puede dejar una huella más profunda de lo que imaginamos. El impacto ambiental del running es un tema que cada vez cobra más relevancia.

El problema de las zapatillas: residuos que no desaparecen

Uno de los mayores impactos del running proviene del calzado. Las zapatillas de correr, esenciales para la práctica de este deporte, están diseñadas para ofrecer máximo rendimiento, pero su proceso de fabricación implica un consumo intensivo de energía y recursos. Cada par suele incluir materiales como goma, poliuretano y plásticos, muchos de ellos no biodegradables, lo que significa que pueden tardar décadas en descomponerse.

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La producción masiva de zapatillas genera una cantidad considerable de emisiones de gases de efecto invernadero. A esto se suma la corta vida útil de estos productos, ya que muchos corredores reemplazan sus zapatillas cada 500-800 kilómetros. Como resultado, toneladas de residuos terminan en vertederos cada año, aumentando el impacto ambiental del running.

En respuesta a este problema, algunas marcas líderes en el sector han comenzado a desarrollar modelos fabricados con materiales reciclados o incluso biodegradables. Además, han surgido iniciativas para recoger zapatillas usadas y darles una segunda vida, transformándolas en nuevos productos o materiales para infraestructuras, como pistas deportivas.

Carreras y entrenamientos: la basura invisible del running

Si bien correr parece ser una actividad inofensiva, eventos como maratones y carreras populares pueden tener un impacto ambiental significativo. Durante estas competiciones, es común ver miles de botellas plásticas, envoltorios de geles energéticos y otros residuos acumulados en los puntos de avituallamiento. Estos desechos, si no se gestionan correctamente, terminan contaminando ríos, océanos y suelos.

Incluso en entrenamientos individuales, los corredores generan basura que muchas veces no es adecuadamente descartada. En parques y rutas urbanas, se encuentran envases, plásticos y otros desechos que no solo afectan la estética del lugar, sino también la biodiversidad local. Este es otro aspecto del impacto ambiental del running que no podemos ignorar.

Algunos eventos están adoptando medidas más sostenibles, como eliminar los plásticos de un solo uso y ofrecer estaciones de hidratación reutilizables. Sin embargo, el cambio también debe provenir de los corredores. Elegir productos con envases biodegradables o reutilizables, llevar botellas propias y participar en iniciativas como el plogging son pasos sencillos que pueden marcar la diferencia.

Organización de eventos más verdes

Las carreras masivas, aunque beneficiosas para fomentar la comunidad y el deporte, también presentan desafíos logísticos que impactan negativamente en el medio ambiente. Desde el uso de papel para dorsales y folletos hasta el transporte de miles de participantes y espectadores, cada aspecto tiene un costo ecológico.

Sin embargo, algunas organizaciones están liderando el cambio hacia eventos más sostenibles. Estas medidas incluyen inscripciones completamente digitales, el uso de dorsales reutilizables y la entrega de medallas y camisetas hechas con materiales reciclados. Además, fomentar el uso del transporte público o de vehículos compartidos entre los asistentes puede reducir significativamente las emisiones de carbono asociadas con estos eventos. Esta transición es clave para reducir el impacto ambiental del running.

Para los corredores, apoyar carreras comprometidas con la sostenibilidad es clave. Al elegir eventos que prioricen prácticas ecológicas, se puede enviar un mensaje claro a la industria sobre la importancia de preservar el entorno.

Corriendo hacia un futuro sostenible

La sostenibilidad en el running no es solo una tendencia, sino una necesidad en un mundo cada vez más afectado por la crisis climática. Los corredores tienen el poder de influir en la forma en que se practica y organiza este deporte. Adoptar pequeños cambios, como elegir marcas responsables, cuidar el equipamiento para prolongar su vida útil y respetar el entorno mientras corremos, puede tener un impacto positivo tanto a nivel individual como colectivo.

El running es una actividad que celebra la conexión entre el cuerpo humano y el mundo que lo rodea. Preservar esa relación requiere un esfuerzo consciente por parte de todos los que disfrutan de este deporte. Un corredor responsable no solo cuida su salud, sino también la del planeta que le brinda los caminos, parques y paisajes que inspiran cada paso. Es crucial considerar el impacto ambiental del running en todas nuestras decisiones.

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