Las medias maratones se consolidan como motor económico y de proyección turística

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La participación en carreras populares se ha convertido en un fenómeno creciente con consecuencias más allá del ámbito deportivo. Cada vez son más las personas que viajan para competir en una media maratón, lo que convierte a estos eventos en herramientas eficaces para dinamizar la economía local y proyectar la imagen de la ciudad anfitriona. Este fenómeno, que antes parecía reservado a corredores experimentados, ahora alcanza a un público más amplio y diverso.

El perfil más habitual entre quienes completan una media maratón en España es el de un hombre de más de 40 años, con estudios superiores y una ocupación profesional ajena al deporte. Sin embargo, la participación femenina se incrementa de forma significativa cuando se incluyen distancias más accesibles, como los 10 o 15 kilómetros. Esta apertura a diferentes perfiles amplía la base de corredores y favorece una mayor integración social.

Las motivaciones que mueven a los corredores populares

Existen diversas razones por las que las personas deciden participar en carreras populares. Desde el placer por la actividad física hasta la socialización, el deporte recreativo incorpora múltiples motivaciones que deben tenerse en cuenta en la planificación del evento. Estas razones incluyen el disfrute personal, la posibilidad de compartir la experiencia con otras personas, la inclusión en pruebas abiertas a todos los perfiles, el espíritu competitivo y la interacción digital al compartir la experiencia en redes sociales.

Estas motivaciones no solo explican la decisión de participar, sino que también condicionan la satisfacción general con el evento y la probabilidad de que los corredores repitan. Además, influyen en la percepción del destino cuando se trata de pruebas que implican desplazamiento. En este contexto, carreras como el maratón de Nueva York o los de Berlín, Londres y Tokio reflejan la magnitud global del fenómeno. En España, destaca la media maratón de Valencia, que en 2023 congregó a más de 22.000 corredores.

Apoyo ciudadano e impacto en la comunidad local

El éxito de una media maratón no solo depende de la participación o la organización técnica. Requiere, además, del respaldo de la comunidad anfitriona. La alteración del espacio urbano y la vida cotidiana durante la celebración del evento hace imprescindible contar con la aceptación de los residentes. La experiencia de Córdoba en su media maratón de 2024 ilustra esta realidad. Según los datos disponibles, el 94 % de los habitantes valoró positivamente la prueba, el 88 % desea que se mantenga en el tiempo y un 84,9 % considera que mejora la imagen de la ciudad.

Estos porcentajes reflejan cómo este tipo de pruebas pueden fortalecer el orgullo local y generar una mayor cohesión social. También se perciben como iniciativas que fomentan la práctica deportiva y contribuyen a diversificar la oferta de ocio. Sin esta implicación ciudadana, la sostenibilidad de los eventos deportivos en el medio urbano sería difícil de garantizar.

Turismo deportivo y retorno económico

Uno de los elementos clave en la planificación de una media maratón es su capacidad para atraer turistas deportivos. Estos visitantes no solo participan en la carrera, sino que aprovechan su estancia para conocer el destino. En Córdoba, los corredores suelen visitar el patrimonio histórico; en Magaluf, disfrutar de la playa; en Zubiri–Pamplona, conectar con la naturaleza. La gastronomía local se mantiene como una experiencia transversal en todos los casos.

El gasto generado varía según el perfil del participante. Un excursionista, que permanece solo durante el día de la carrera, genera de media 60,25 euros diarios. En cambio, un turista deportivo, que pernocta y alarga su estancia, puede alcanzar un gasto medio de 147,41 euros diarios, cifra que se eleva hasta los 368,52 euros si se incluyen los acompañantes. Durante una estancia promedio de 2,5 días, el impacto total se sitúa en torno a los 921,30 euros por visitante.

Pruebas como las medias maratones de Córdoba, Salamanca o Magaluf han generado retornos económicos directos que superan los 3,3 millones, 1,35 millones y 1,2 millones de euros respectivamente, lo que confirma su relevancia como vectores de desarrollo económico y turístico.

Coherencia entre el evento y la identidad del destino

Para maximizar el impacto de una media maratón, es fundamental que el evento se integre de manera coherente con la identidad del lugar donde se celebra. Esto incluye el diseño de recorridos que reflejen el patrimonio o el paisaje local, la oferta de actividades paralelas que alarguen la estancia y la inclusión de diversas categorías que favorezcan la participación de públicos heterogéneos.

Una carrera bien planificada puede transformar un evento deportivo en una experiencia completa que combine cultura, gastronomía y convivencia. El objetivo no es únicamente atraer corredores, sino convertirlos en prescriptores del destino, generando beneficios sostenibles y posicionando al territorio como un referente del turismo deportivo.

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FAQs

• ¿Por qué las medias maratones atraen turismo deportivo? Porque combinan deporte, ocio, cultura y gastronomía en destinos atractivos.
• ¿Cuál es el perfil medio de los participantes? Principalmente hombres de más de 40 años con estudios superiores, aunque la participación femenina aumenta con distancias menores.
• ¿Qué gasto medio genera un corredor turista? Hasta 921,30 euros durante una estancia de 2,5 días incluyendo acompañantes.
• ¿Qué importancia tiene la comunidad local? Su apoyo es clave para la consolidación del evento y su aceptación a largo plazo.
• Qué beneficios aporta la integración del evento en el destino? Mejora la experiencia del corredor, incrementa la estancia media y multiplica el impacto económico.

Foto: Depositphotos