Getting your Trinity Audio player ready...
|
Durante años, correr ha sido un acto íntimo, un reto físico o un modo de liberar tensiones. Pero algo ha cambiado. De pronto, las zapatillas se han hecho pasaporte, los dorsales se han convertido en excusa para recorrer el mundo, y el running se ha transformado en uno de los motores más dinámicos del turismo global.
Hoy, miles de runners de todo el mundo programan sus vacaciones no por la playa o los museos, sino por el calendario de maratones. Las cifras lo respaldan: en 2022, más del 10% de los viajes internacionales han estado motivados por actividades deportivas, duplicando los registros de 2019, según la consultora Sihcc. No hablamos solo de atletas de élite. Son corredores amateurs, como tú, que cruzan fronteras impulsados por la promesa de una línea de salida en una ciudad distinta.
¿Te gusta Maratón Radio?
Suscríbete para recibir más historias como esta, directamente en tu WhatsApp o correo.
Las grandes citas —las Majors— siguen siendo el sueño dorado de muchos: Nueva York, Londres, Tokio, Berlín, Boston, Chicago y Sídney. Pero al margen de esas metrópolis, han surgido decenas de destinos que han encontrado en el running un modo de reinventarse. Y en muchos casos, de posicionarse por primera vez.
Del calendario turístico a la temporada de maratones
Uno de los mejores ejemplos es Valencia. Hasta hace poco, diciembre era un mes de baja actividad turística. Pero el auge del Maratón Valencia Trinidad Alfonso ha cambiado la narrativa. Más de 30.000 corredores han participado en la prueba cada año, y las cifras de ocupación hotelera en ese mes han superado ya las de primavera. La ciudad ha hecho del running una estrategia de promoción internacional, con impacto directo sobre hoteles, restaurantes y comercios.
En un registro similar, Ibiza ha apostado por el deporte para romper su dependencia del verano. El Santa Eulària Ibiza Marathon, celebrado en abril, se ha consolidado como evento de referencia en el calendario español. En 2025 reunirá a 6.000 corredores y atraerá a 23.000 personas. La clave: combinar el paisaje natural con la logística de un evento bien gestionado y fuera de temporada.
Montaña, desafío y sostenibilidad
Pero no todo ocurre en el asfalto. Las carreras de montaña, o trail running, se han convertido en una tendencia que ha ganado terreno a gran velocidad. En lugares como Tenerife, la Bluetrail by UTMB atraviesa el Parque Nacional del Teide con más de 3.000 participantes. La experiencia no solo consiste en correr: es conectar con el entorno, enfrentarse al desnivel, al clima, a uno mismo.
En América Latina, la Andes Race, en Perú, ha conseguido atraer a corredores de todo el mundo hacia el Valle Sagrado de los Incas. Con salida en Cusco, los participantes recorren senderos que atraviesan comunidades rurales y paisajes milenarios. No hay selfies con monumentos: hay huellas en el polvo y miradas que se cruzan con pobladores que redescubren su territorio bajo una nueva luz.
El modelo del trail tiene, además, un valor añadido: su menor impacto ambiental. Al desarrollarse en espacios amplios y de baja densidad, y contar con normativas que limitan el número de corredores, estas pruebas han permitido un desarrollo turístico más equilibrado y respetuoso.
De pueblos desconocidos a focos internacionales
Tandil, en Argentina, es un caso revelador. No figuraba en los circuitos turísticos globales hasta que la Montagne Adventure Race lo ha convertido en epicentro del trail nacional. En 2025 ha superado los 4.000 corredores, con impacto directo sobre la ocupación hotelera, el consumo en gastronomía local y la dinamización del entorno rural.
Este fenómeno se repite con frecuencia creciente: ciudades medianas, pueblos de montaña o enclaves rurales que han descubierto el valor del deporte como catalizador de desarrollo. A diferencia del turismo masivo, el turismo de running tiende a ser más distribuido, más planificado y, sobre todo, más vinculado al territorio.
Economía de fondo y de forma
El corredor amateur no viaja solo. Según estimaciones del Maratón de Berlín, cada participante moviliza a una media de 2,4 acompañantes. Esto se traduce en noches de hotel, consumo gastronómico, transporte y cultura. La Organización Mundial del Turismo calcula que una gran maratón puede generar impactos superiores a los 100 millones de dólares.
En Valencia, un informe de la Universidad Politécnica ha revelado que por cada euro invertido en la organización del maratón, la ciudad obtiene 3,5 euros en retorno. Son datos difíciles de ignorar. Más aún cuando el público que los genera no solo gasta, sino que vuelve. Porque el corredor que ha disfrutado de una ciudad suele regresar. Para repetir. Para entrenar. Para descubrirla ahora con otros ojos.
Un turismo con alma runner
El turismo vinculado al running tiene una particularidad: fideliza. No se trata solo de correr. Se trata de vivir una experiencia, de conectar con un entorno nuevo, de compartir con otros corredores una historia común. La medalla de finisher es solo una parte del botín. Lo que queda es el recuerdo, la ruta, la ciudad. Y muchas veces, la promesa de volver.
Por eso, cada vez más destinos han incorporado carreras a su estrategia turística. No solo por los ingresos directos, sino por la proyección internacional que ofrecen. Una maratón bien organizada tiene cobertura mediática, difusión en redes sociales y visibilidad a largo plazo. Para muchas ciudades, es mejor que una campaña de marketing.
Un futuro que se corre
Si algo ha demostrado la evolución del turismo deportivo es que no es una moda pasajera. El corredor amateur se ha profesionalizado en su manera de planificar viajes. Busca destinos con buena conectividad, seguridad, servicios adecuados y carreras con reputación. Las plataformas digitales, los foros de corredores y las redes sociales han facilitado el acceso a información de calidad. Y eso ha elevado el nivel de exigencia.
Pero también ha ampliado el mapa. Hoy es posible correr en entornos exóticos como la Gran Muralla China, los fiordos de Noruega o la sabana africana. Y hacerlo no solo como reto físico, sino como experiencia vital. Para muchos, el running es ya una forma de conocer el mundo. Y viceversa.
Foto: Depositphotos
¿Te gusta Maratón Radio?
Suscríbete para recibir más historias como esta, directamente en tu WhatsApp o correo.